
Sandra Ziegler
Para
LOS ANDES
Una consecuencia de la obligatoriedad

El documento de Argentinos por la Educación evidencia que la obligatoriedad de la secundaria para los adolescentes está en un proceso paulatino de mejora en términos estadísticos en los últimos 10 años, aunque aún hay obstáculos persistentes. Las mejoras se explican, entre otras cuestiones, por la instalación de un consenso en el sistema educativo y en la sociedad acerca de la escuela secundaria como un nivel educativo mandatorio para toda la población, y también por los esfuerzos de los estados -provinciales y nacional- por promover políticas con foco en la secundaria.
Los obstáculos identificados, mirando estrictamente los cuellos de botella en las trayectorias escolares de los estudiantes, obedecen en un grado importante a problemas intrínsecos del sistema educativo. El carácter de los procesos de enseñanza y de aprendizaje instalados de manera extensiva, el sistema de evaluación, el régimen de asistencia, la detección temprana de las dificultades de los alumnos, son elementos a transformar que permitirían en el mediano plazo producir mejoras sustantivas. Desde luego, en diferentes provincias hay movimientos en tales direcciones que requieren expandirse.
Como es sabido, los resultados presentados por el informe devienen de una escuela secundaria obligatoria y masiva, instalada sobre la matriz selectiva de antaño. Se trata entonces de revisar en profundidad ese modelo para alinear el mandato de obligatoriedad con un sistema escolar centrado en los saberes necesarios en el presente y que esté acompañado de una estructura acorde para el logro de aprendizajes relevantes. De no ser así, seguiremos midiendo la cantidad de estudiantes que no se ajustan al patrón fijado por un modelo escolar que produce selectividad, cuando en efecto buscamos que los jóvenes asistan y finalicen una secundaria que les brinde aprendizajes sustantivos para el presente y el futuro.
_.jpg)